En el I congreso sobre la Atlántida, celebrado en el año 2005, se determinaron una serie de condiciones que tenía que tener un lugar determinado para ser considerado como el emplazamiento de la Atlántida.
Desde entonces, hasta ahora, son numerosas las traducciones y modificiaciones que se han hecho de esos condicionantes. Casi siempre con un mismo objetivo, modificar alguna característica con el propósito de tener más coincidencias entre estos condicionantes y una teoría determinada.
Por supuesto, la elección de estos condicionantes, ha tenido y tiene, una serie de detractores que no están de acuerdo con ellos. ¿Los motivos? Pues la mayoría de ellos porque no se aproximan a lo que un investigador determinado defiende. Otros, sin embargo, critican que al haber tantos condicionantes casi todas las teorías tienen alguno de estos condicionantes, aunque si bien es cierto de momento, que ninguna teoría cumple con todos los requisitos.